sábado, 27 de agosto de 2016

EL IMPERSONAL - Bendecido eres



Parte IV

Julio 2016 

Saludo a cada uno de ti en la paz del corazón y de la Verdad.

Vengo a proseguir con nuestra amistad y nuestra reunión. Estés donde estés y fuere cual fuere tu lugar, saludo en ti la belleza de tu eternidad y vengo a hablar. Oye, oye más allá de mis palabras la verdad de tu ser y descúbrete por completo.

En la paz del Amor y en la paz de la Luz vengo simplemente a estar contigo y a ser lo que eres. Estés donde estés, ahí estoy. Fuere cual fuere tu lugar es mi lugar – para cada uno.

Sírvete ofrendarme tu bendición y tu paz.

Oye, oye incluso entre el silencio de mis palabras la Paz que se instala, que se revela ante ti. Oye la Verdad que no necesita palabra alguna. Oye todo eso.

Vengo hacia ti, vengo a instalarte en tu morada de Eternidad siempre que aceptes mi Presencia, mi radiación.

Mediante la Gracia del Espíritu del Sol, mediante la Gracia del Coro de los Ángeles, despliego en ti la sinfonía de los Cuatro Vivientes. Oye, ve y percibe en nuestra comunión y en el Silencio, percibe la emergencia del Verbo y el despuntar de tu eternidad. 

Concurro a tu resurrección, presencio lo que eres, sin velos y sin límites, sin restricciones y sin condiciones. Saludo tu coraje. Tú que ahí estás, tú que oyes el llamado de la Vida, el llamado del Amor, reúnete conmigo a fin de reunirte contigo. Oye lo que dice tu corazón, oye lo que sucede en ti en este instante.

Nada busques, para, abandona tus cargas todas, a tus pies y a mis pies. Deshazte de todo lo que te entorpece, de lo que se resiste, de lo que todavía se opone a la Verdad y al Amor. Olvídate de todo lo que no sea este instante, este momento de nuestra Presencia Una en el corazón del Amor.

Deja que la Vida en el Uno trascienda tus últimos límites, tus últimos obstáculos que no son sino elementos destinados a demostrarte la verdad del Amor y la fatuidad de lo que se resiste. En tu corazón ábrete a cada corazón, en tu corazón ábrete a cada uno, ábrete a cada mundo, ábrete a cuanto vive.

No te ocupes de nada más que lo que ahí está, en el Aquí, en el Ahora.

Mientras suena en tus oídos el canto de la Resurrección, acompañado por el Coro de los Ángeles, el Espíritu del Sol ha preparado el lugar para Aquél que viene.

Ten confianza, no en tu persona sino en tu corazón. Jamás se ha equivocado y no te engañará nunca. Oye su voz, oye su Verbo, oye su Silencio. Ahí está la Verdad. Ahí está la belleza. Déjate llevar por el arrebato del Amor en la culminación de tu conciencia que no sabe más de límites, que no sabe más de puntos de referencia, que no necesita más que a sí misma, que sólo requiere la verdad del Amor. En esa paz experimentas la Gracia, en esa paz te deshaces de toda carga y de toda reticencia. Ahí está la Verdad. Ahí está la belleza. 

En el bautismo del Espíritu, en el brillo del Ultravioleta, en la irradiación de la Fuente, en la bajada del Espíritu Santo, estás vivificado y reunificado.

Haz que lo caduco no vuelva a aparecer en el campo de tu conciencia. Ayer queda sin peso, mañana aún está libre y siempre será libre. Ábrete a ti mismo y da gracias a ti mismo. Perdona todo cuanto puede quedar para perdonar. Acepta y dime sí. A ti también dile que sí, un sí con franqueza y definitivo, un sí a la verdad del Amor, sin condiciones, sin restricciones, sin oposición, simplemente ahí, en tu Presencia como en cada uno de nosotros.

Cultiva aquel corazón que solamente desea expresarse a través de su irradiación. Nútrete contigo mismo desde el corazón. Los mundos todos están en ti, como te ha sido enseñado una y otra vez. Es hora ya de verlo, de percibirlo, de vivirlo en cada mirada, en cada respiro, en cada palabra, en cada pensamiento. Ahí está tu fuerza, ahí está nuestra fuerza pues no hay batalla, solamente está la indecible belleza de la verdad del Amor. Déjame llevarte, déjame acompañarte al pie del gran umbral. No temas, nada de lo que aún pueda atemorizarte puede resistirse ante la Evidencia. 

En todas las preguntas que has hecho y que harás te conduciré una y otra vez a este espacio, a este lugar que no sabe ni de tiempo ni de forma ni de ofensa.  

Ven, ven conmigo, ven a tu casa, ahí donde todo es cómodo, ahí donde todo es fácil, ahí donde todo es luminoso. Estás invitado. Estás invitado a ser esto.

Ten presente que estoy en ti. Ten presente que todos los mundos están en ti y que todo cuanto puedes ver, todo cuanto puedes adivinar, todas las experiencias que puedes vivir o que has vivido no son sino facetas de tu Presencia Una. Ama todo de la misma manera. No marques diferencias entre unos y otros.

Ama. No hay esfuerzo que hacer. No hay nada que buscar. Sé tan sólo eso porque en esto está todo. Nada puede faltar. Nada puede herirte. Todo está estable e inmutable.

En el centro del Corazón, en el Corazón del Corazón, estoy y te recibo. Acéptate, que nada de tu pasado, que nada de este mundo venga a alterarte ni limitarte.

Sé libre pues en ti solamente la Libertad resuena, en toda experiencia como en inmovilidad.

Permite que crezca y se expanda la tranquilidad del Amor.

Respira, inspira el Amor, inspira el Verbo. Permanece tranquilo conmigo porque estoy tranquilo en ti. En nuestra unión no puede haber la más mínima ofensa ni la más mínima negación. Amado eres, digas lo que digas, pienses lo que pienses. Oye tu respiro, oye los latidos de tu corazón que te dan la vida, no sólo en este mundo sino en cada mundo e incluso mucho más allá de todos los mundos posibles.

Permite que florezca la sonrisa del Amor en tus labios y en tus ojos.

Ponte ahí, conmigo y con cada cual.

Experimenta y siente esta paz, esta plenitud tan vacía y esta vacuidad tan plena, donde ni la vacuidad ni la plenitud pueden definir lo que sucede ahora. Ninguna palabra puede traducirlo pues ninguna palabra es exacta.

… Silencio…

Y ahí donde estamos, cada uno de ti y yo, hasta el espacio desaparece, hasta el tiempo se detiene. Tu cuerpo también, como Templo de tu Presencia, deja de ser percibido. Solamente queda lo Verdadero, solamente queda la Paz. En esta última verdad que experimentas conmigo canto en ti la Vida, canto en ti la libertad de la conciencia.

… Silencio…

Ahí estamos, cada uno de ti y cada uno de mí, en el mismo gozo y en la misma equidad. Permite que te fecunde – de no haberlo hecho ya – la Onda de Vida, Onda de Libertad. 

… Silencio…

Honremos juntos lo que ahí está. En unidad y en verdad, el sol del Amor alcanza tu cenit. En esta comunión nueva se revela lo que ha de ser revelado y que no puede ser traducido en palabras sin traicionar esta verdad. Solamente queda el Silencio como único hito, como única evidencia.

… Silencio…

Sigamos en esta misma inmovilidad. Estemos ahí, totalmente presentes, completamente lúcidos, portadores de Luz, portadores de Vida.

Haz las paces. Una paz total. Haz las paces en ti. Afírmate en lo que está en ti, en aquéllos y aquéllas, Estrellas y Ancianos, que te aportaron, más allá de sus palabras, de sus discursos, la evidencia de su Presencia y de su belleza.

En el Fuego de Ma, en la humildad de Teresa, en el brillo de Gema, en los cimientos de Anna, en el fervor de Hildegard.

En el Cristo de Sor Yvonne-Aimée, en la dulzura de María, en la pureza de No Ojos, en la liviandad de Snow, en el rigor de Madre.

En la irradiación del muy amado Juan, en la Ronda de los Arcángeles, en cada vida, en cada modelo que te libró de ti mismo durante todos estos tiempos.

En cada uno de estos guías te encuentras ahora, trascendiendo el tiempo, trascendiendo el espacio, trascendiendo todas las historias de cada uno de ellos o cada una de ellas.

En la Gracia del Espíritu Santo eres el devoto del Amor y el devoto de la Libertad. Eres la oración, aunque no sepas que estás orando. Eres la esencia de la Fuente, grabada en cada conciencia, en cada forma, en cada acontecimiento, en todo reposo y en toda noche.

… Silencio…

Deja consumirse las cadenas de la ignorancia. Conócete, conócete a ti mismo y conocerás los universos todos, los mundos todos, aquéllos a quienes llamaste dioses o Fuentes. Olvídate de las diferencias entre cada uno de ti en la superficie de este mundo como en las dimensiones más elevadas. En el soplo y latido de tu corazón está el Todo.

… Silencio…

Ahonda más y más en eso dentro tuyo.

… Silencio…

En este silencio tan pleno y tan vacío a la vez estamos instalados.

… Silencio…

Ya no son necesarias las palabras, solamente algunas para que permanezcas con cada uno así como conmigo.

… Silencio…

Quédate aquí, no te muevas más, estás en casa.

… Silencio…

Y ahí, hasta los límites de ese cuerpo dejan de sentirse. La conciencia está en todas partes y en ninguna, libre de todo lazo, de toda forma y de tu historia pues, en realidad, todas las historias solamente son juegos. Olvida todo sufrimiento, no a la fuerza sino permitiendo que la Gracia ocupe todo el espacio, poniendo fin a todo límite. Y eres libre.

En este silencio, en este vacío, percibes la plenitud y ves que no queda distancia, que no queda barrera ni separación entre tú y yo.

… Silencio…

Y ahí donde estás, nuevamente, la bendición infinita de la Gracia y del Amor aumenta, poniendo fin a tus últimos límites, mostrándote tu conciencia al desnudo, que es felicidad. Ninguna palabra puede traducir esto. Hay que vivirlo, en este instante, estés donde estés. Cuando me leas o me escuches te encontrarás a ti mismo. Es la única verdad. Lo demás es verdad fabricada o disfrazada.

… Silencio…

Ve eso claramente, más y más claramente. Percibe su evidencia e irresistibilidad.

… Silencio…

Y la paz se expande, sin límites, en lo infinito de tu Presencia. Instalémonos, si así lo deseas, y nunca más habrá diferencia, siempre estarás coincidente con esto porque esto es simple, porque esto no admite discusión ni cuestión alguna.

… Silencio…

Ahí está tu reino, ahí está la Luz y lo que está más allá de la Luz. Y nada puede escapar del Amor pues el Amor es toda vida. Cada soplo y cada latido es Gracia.

Cada vez más inmutable, cada vez más vasto y cada vez más insignificante. De lo más denso a lo más liviano, en cualquier forma que estés y más allá de toda forma, la misma magia y la misma belleza. Todas las respuestas están ahí. Todas las preguntas también. Sin embargo bien sabes que ninguna pregunta ni ninguna respuesta puede igualar o aproximarse a lo que ahí está.

En cada soplo en adelante y en cada día estará el recuerdo más vívido. De hecho recuerdo no será sino realidad en cada situación de tu  vida pues lo sabes, lo percibes y lo ves. Te lo he dado todo pues te has entregado.

… Silencio…

Te amo. Eres Amor, eres lo Verdadero, eres la Libertad y mucho más aún pero ahí las palabras no sirven.

En este lugar que no es un lugar todos los posibles están reunidos. Aquí nada es imposible. Permite que bendiga tu Presencia en una intensidad tal que solamente puede derramar gozo. Ten esto muy presente en ti. Recuérdalo en cada dificultad y verás que no hay dificultad. Fuere cual fuere tu estado, fuere cual fuere el aspecto de tu forma, fuere cual fuere tu edad, fuere cual fuere tu vida en el seno de lo efímero, todo eso no es nada.

Te bendigo a través del Fuego Ígneo y a través del Fuego sagrado.

Te amo.

Escucha y oye la fuerza de este Silencio, la fuerza entre las palabras, y la dulzura.

Te amo.

No confíes en mis palabras sino en lo que tu corazón experimenta en este instante, como en cada instante si así lo deseas. Afírmate en mí y confía en mí. No soy sino tú despojado de toda forma, de toda historia y de toda condición. Ahí estamos juntos, en esta llama perpetua que ningún viento contrario puede apagar.

… Silencio…

Quédate ahí, inmutable y vasto. La Gracia te arroba en beatitud, en felicidad. ¿Acaso habrá algo – en tu mundo, en tu historia como en cualquier mundo – más importante que esto?

Mil palabras como mil horas no pueden describirlo. Ninguna música - ni siquiera aquella de las esferas - basta. Eres eso y todo lo demás si quieres pero no pierdas nunca de vista esto. Recuerda, no hay esfuerzo, no hay castigo ni recompensa. Solamente está la Evidencia. Lo que eres, lo soy. Lo que yo soy, cada uno de ti lo es también.

Ten esto muy presente. No lo memorices. Déjalo simplemente fluir, libremente.

En esto te bendigo. En esto te espero.

Paz para ti, paz para este mundo donde todavía estás. Acuérdate ahora de lo que eres, de lo que has sido y de lo que serás siempre, cual fuere la forma que elijas, así como en lo informe y en lo sin forma.

Es hora de dar término por un tiempo a mis palabras pero, incluso sin palabras, la Presencia persiste. Presencia del Amor, Presencia como Ausencia, todo está ahí y todo es don. Te doy gracia y te felicito por tu constancia, pese a tus resistencias, cuales hayan sido éstas, pese a tu vida o tus vidas, cuales hayan sido, en una forma u otras en este mundo humano o en otros mundos. Mantente en esta Libertad y en esta Paz. Nunca más estaré ausente de lo que eres. Quedo en silencio ahora por unos instantes y traigo a lo formal lo ocurrido contigo. En cualquier lugar que estés, a través de la lectura o de la escucha, esto queda presente. No hay distancia y no habrá pérdida, si así lo deseas. Es tu libertad.

Te amo, digas lo que digas, pienses lo que pienses e – incluso si te olvidas de mí – te sigo amando siempre.

Quedo en silencio.

… Silencio…

Bendecido eres.

Hasta muy pronto. Hasta siempre si así lo deseas. 

Callo ahora. 

Descansa.

… Silencio…


viernes, 26 de agosto de 2016

MARÍA - El momento de La Verdad


































15 de Agosto de 2016

Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Hijos del Amor, me dirijo a vosotros en este día de la Asunción, no como representante de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, porque como sabéis, hace muchos meses que todos nosotros nos expresamos con una única voz. Vengo a veros hoy como María, la que engendró y pisó esta tierra, al igual que los que estáis en encarnación, habiendo conocido la vida, la muerte y la resurrección.

…Silencio…

No vengo a anunciaros nada en particular ya que todo lo que es visto en vosotros y alrededor vuestro hoy, os enseña claramente, si realmente queréis ver las cosas de frente, que en este momento se viven los tiempos que fueron profetizados a través de numerosas voces, tanto por el muy amado Juan, como por el conjunto de los profetas que han recorrido este mundo en encarnación.

Acordaos antes de nada que todo esto acontece en vosotros, tal y como lo podéis ver en la pantalla de este mundo. Así que por supuesto, más que nunca, todas las palabras de los Ancianos, de las Estrellas y de los Arcángeles sólo están aquí para poneros frente a vosotros mismos, frente al miedo o frente al Amor, con el fin de asentaros con firmeza en el Amor que borra y trasciende cualquier miedo.

Así que cada uno de vosotros, cada uno de mis hijos, estén donde estén en esta tierra, se encuentra confrontado con esta última elección. Ya no se trata de alguna asignación vibral, ya no se trata de posicionarse en alguna otra parte que no sea en el Corazón del Corazón, ahí donde el Amor incondicionado lo trasciende todo, sino también donde el amor humano retoma todo su sitio y toda su verdad, y sobre todo toda su eficacia. El conjunto de las circunstancias de vuestras vidas, sea cual sea vuestra vida y estéis donde estéis, con la edad que sea, hoy sólo está allí para poneros frente a este dilema, si puedo decirlo así: el miedo o el Amor. Así, como madre pero también como humana, vengo hoy a invitaros a aprovechar de este periodo de tiempo que se abre a vosotros durante los últimos meses de este particular año, para asentaros con firmeza en el amor y dejar que el Amor sea, atravesando cualquier persona y cualquier condición que tenéis que vivir durante este período.

Por supuesto, mi hijo, Cristo, es el modelo del Amor. Seguidle, no como se sigue a alguien sino aceptando sin condición todo lo que os proponga la vida ahora, estéis donde estéis en el mundo. Porque cada circunstancia de vuestra vida, en cualquier relación como en cualquier acontecimiento, sólo está allí para poneros, en cada ocasión, frente a esta elección entre el Amor y el miedo. Ya no se trata de comprender lo que sea, no se trata de dilucidar algún elemento desconocido sino más bien de situaros en el eterno Amor, el que trasciende todas las dimensiones, todos los tiempos y todos los espacios, y de afianzar lo que sois de manera visible en este mundo. Oh, no con unas palabras, no con unos discursos, no con unas posturas, tampoco con unos comportamientos, sino directamente por vuestra presencia afectuosa hacia vosotros mismos y hacia cada uno, sea cual sea la animosidad, sea cual sea la satisfacción de la relación o de la circunstancia.

Efectivamente ha llegado el momento ahora de dejar el sitio a la Verdad. No queda ningún sitio para las cosas a medias, no queda ningún sitio para él que quisiera afirmar su persona en detrimento de la Eternidad. La elección entre lo efímero y la Eternidad concluye ahora con lo que cada uno de vosotros vivís. Que atañe a vuestro cuerpo, que atañe a los desafíos que vivís, que atañe a vuestra salud, a vuestra familia, a vuestra profesión, o simplemente a vuestra manera de vivir, todo es pretexto, todo es ocasión hoy, a instalaros definitivamente en el Amor, pase lo que pase a vuestro cuerpo, pase lo que pase con las circunstancias de vuestra vida. La mejor manera de vivir la alegría hoy, es de dejar de querer resolver algo, de dejar de ver lo que está mal, si puedo decirlo así, con relación a la verdad del Amor, sino simplemente dejar esta Gracia extenderse y desplegarse desde el centro de vuestro corazón, desde el Corazón del Corazón, y dejar así la vida colmaros de gracias en cada ocasión, en cada aliento, en cada circunstancia y en cada relación.

Poner el Amor delante y en todas partes, ya no es una palabra vana sino una práctica diaria y de cada instante que os permite, si lo deseáis, vengáis de donde vengáis, que sintáis las vibraciones, que sintáis las coronas o que no hayáis sentido nada hasta hoy, la Gracia obra de manera cada vez más evidente en el momento en que dejáis de resistir, en el momento en que en cierto modo decís Sí a la voluntad de la Luz, a la voluntad del Amor, y borráis por vosotros mismos, sin ningún esfuerzo, haciendo que desaparezca vuestra voluntad personal. Seguid el sentido del movimiento, seguid el sentido de la vida, sed cada vez más humildes y dejad la Luz hacer lo que tiene que hacer en vuestro cuerpo como en vuestras relaciones, como en todos los países de este planeta.

Lo que acontece ante vuestros ojos sólo es el reflejo del miedo. Con los actos más violentos, con los actos más insensatos que la Tierra vive durante este período, no hay nada más que el miedo. En el Amor, nada de todo esto puede existir. El Amor viene a poneros a prueba pero también a confortaros a la verdad del Amor. Que sea el amor humano que conocéis, que con su unión, si puedo decirlo así, con el amor incondicionado que, como sabéis, no depende de ninguna afección sino que responde simplemente a lo que la vida es, a la Gracia y a la Inteligencia de la Luz. No puede haber otra salvación que la de vuestra eternidad, de reconocerla en cualquier punto, en cualquier cosa, en cada minuto de vuestra vida.

Por supuesto, y tal vez lo habéis vivido, numerosos elementos os fueron comunicados para acercaros a ello, que sea los contactos con la naturaleza, que sea unas informaciones más antiguas que os dimos hace mucho tiempo. Hoy, incluso todo esto no debe preocuparos más, ninguna fecha debe ser buscada, ningún placer debe ser buscado, si no es el placer del Amor y de la Gracia que se manifiestan espontáneamente, como lo sabéis, sin ningún esfuerzo y sin ninguna voluntad.

Giraos hacia vosotros mismos, giraos hacia esta Luz que brilla en el Corazón del Corazón y que no necesita ser proyectada, sino que es vuestra naturaleza. Si aceptáis el Amor, si no lucháis contra los miedos – girándoos hacia el Amor–, entonces constataréis que lo que todavía puede quedar de memorias, de resistencias o de elementos difíciles, se atenuarán por sí solos, no porque habrán desaparecido sino porque habréis encontrado el Amor en vosotros, el amor de vosotros mismos, el amor de la Vida en su totalidad. Ahí está Cristo, no está en ninguna otra parte.

Por supuesto, numerosos acontecimientos ocurren cada día en la superficie de esta Tierra, que sean unas modificaciones geofísicas, que sean unos miedos y la violencia manifestándose, pero también la Gracia y el Amor que está ahí, si sabéis mirar con la verdadera mirada y no la de la apariencia, y no la de la satisfacción de vuestros deseos o de vuestros placeres. El Amor os colma, no puede excluir nada ni permitir que nada pueda comprometer lo que sois en eternidad.

En este particular día, como en cada día que ahora pase hasta llevaros a lo ineluctable, sólo está la verdad del Amor. Así que como humana como vosotros, os invito a rezar cada minuto de vuestra vida, no con la oración estéril de las religiones sino con la oración del corazón que no necesita de ninguna palabra, que no necesita de ninguna otra expresión que de acercarse cada vez más a vuestro centro, a vuestro pecho, a vuestra eternidad. Ahí está el único recurso, ahí está el único alimento, porque todos los alimentos exteriores pronto cesarán. Mi Llamada resonará y las Trompetas sonarán en el momento en que la Gracia lo haya decretado. Pero estad preparados porque Él viene como un ladrón por la noche, y ahora puede venir cuando sea para cada uno de vosotros, pero también cuando sea para el conjunto de la Tierra, sea cual sea vuestro posicionamiento, sean cuales sean vuestros miedos, sean cuales sean vuestras vibraciones, sea cual sea vuestra edad.

Ha llegado el momento ahora de dejar apagarse todas las creencias, de dejar que se desvanezcan por la potencia de la Gracia. Acordaos, no tenéis nada que hacer, ningún esfuerzo, porque el Amor es simple y es simplicidad. No se estorba de ninguna explicación, de ningún linaje, de ninguna vibración; simplemente está ahí, ahí donde todo es evidente, ahí donde todo fluye tal una fuente.

Así estáis llamados a la Gracia, ya no por momentos, ya no como un estado sobreviniendo en determinados momentos, sino como un estado permanente e indecible, e indeleble, donde nada puede ser como antes. Así la mariposa emerge; algunos de vosotros ya vuelan hacia la Eternidad. Vosotros que todavía estáis en vuestra vida aquí en la Tierra, acordaos que lo esencial es el Amor. Ninguna herida, que sea por dinero, que sea afectiva, no puede impedir que el Amor venga a cicatrizarla, en el momento en que vuestra conciencia aparte la vista de estas heridas y se gire en totalidad hacia el amor manifestado, que sea el amor humano, lo repito, como el amor incondicionado. Todo lo que se presenta a vuestra conciencia, en vuestra vida, sólo está allí para orientaros, incitaros si preferís, y llevaros ahí donde está vuestro verdadero sitio, el que no sufre de ninguna limitación de tiempo o espacio, de ninguna edad, de ninguna condición o de ninguna suposición.

Hoy vengo a llamaros, como humana como vosotros, acompañando su creación hasta el final, a que Cristo obre en vosotros. A que pongáis y que miréis vuestras manos cada día con una mirada renovada que no depende de vosotros, que no depende de vuestras condiciones, sino que depende únicamente del Amor. Estad alertas y estad atentos a este amor. Haced que vuestros ojos y vuestra conciencia sólo vean cada día el Amor, sean cuales sean las dificultades, sean cuales sean los sufrimientos de vuestros cuerpos o de vuestras vidas. Sólo el Amor es capaz de curaros; ninguna ciencia, ninguna medicina hoy es necesaria en el momento en que el Amor se manifiesta en vosotros desde el centro de vuestro corazón y en cada una de vuestras células. Ahí está la única alegría, la que nunca se acaba, la que nunca se apaga.

Así que no voy a comunicaros nada nuevo sino más bien animaros a vivir los acontecimientos que sean, de vuestra vida como a nivel colectivo, con la misma intensidad y sobre todo con el mismo amor. Independientemente de cómo os alcance u os afecte, el Amor crecerá siempre en el momento en que os volvéis hacia el, en el momento en que vuestra oración silenciosa os acompañe en cada mirada y en cada respiración que tengáis en este mundo. Acordaos, de una manera más evidente que nunca, sin buscar, sin reflexionar, que el Amor es la respuesta y que éste es el mismo para cada uno de vosotros como para un Arcángel, como para la vida más minúscula en la tierra. Sin amor, vais a vivirlo si ya no es el caso, no hay ninguna posibilidad de Eternidad. El Amor es ahora el bálsamo que colmará todo lo necesario.

Acordaos que esto es muy simple y que el efímero no puede contentarse con lo que es simple – sólo la Eternidad puede. Vuestro Espíritu de Verdad, vuestro Impersonal, vuestro Espíritu del Sol, el Coro de los Ángeles, todo lo que os fue transmitido desde hace muchos años, encuentra hoy un cumplimiento natural y espontáneo de las gracias del Amor y de la Vida. Una vez más, que estéis afectados en vuestra carne, en vuestras emociones, en vuestros pensamientos, en vuestra vida, esto se aleja de vosotros en cuanto os volvéis hacia el Amor – que está en vosotros antes de ser manifestado en la Tierra por las Trompetas, por Cristo, por mi Llamada y por las tribulaciones que la Tierra empieza a vivir desde hace algunos meses. Todo esto pasa y pasará, sólo el Amor permanecerá.

Entonces, como hermana humana, os invito a ir cada vez más profundamente en vosotros, hacia este amor que sólo pide emerger a pesar de todo lo que podréis llamar como karma, herida, o sufrimiento, sea cual sea su naturaleza. Giraos hacia vosotros mismos, no como persona por supuesto, sino hacia vuestra eternidad, vuestro espíritu, ahí donde late vuestro corazón. Todo está ahí, absolutamente todo, no falta nada, y de manera cada vez más visible a vuestra conciencia, a vuestros ojos, a vuestros sentidos. Todo lo demás, sea cual sea vuestra dosis de sufrimiento o de incomodidad, sólo pasa y pasará cuanto más rápido aceptéis lo que sois, este Espíritu de Verdad, esta pureza de amor al cual no le importa las máscaras sociales, las máscaras de la apariencia, de vuestras condiciones físicas, de vuestra condición familiar, que no depende de nada y que sin embargo actúa sobre todo con la misma ecuanimidad.

Haced lo mismo en vuestra conciencia, conformaos al modelo que queréis, que sea Cristo, que sea Buda, que sea yo, que sea Krishna o que sea el nombre que queráis, no tiene ninguna importancia, es vuestra última muleta. Ha llegado ahora el momento de andar y de afrontar lo que sois en verdad.

Cada día y cada noche traerá a cada uno de vosotros, según vuestros modos de comunicación, diría yo, lo que es útil para acercaros cada vez más a la sencillez de vuestro corazón, a la sencillez del Amor, a la sencillez de la Verdad. No necesitáis ni emociones, ni comprensión, sólo necesitáis estar ahí, yendo a vuestras ocupaciones, las que sean, en el mismo estado de oración interior y de silencio. Si así lo hacéis, las gracias os inundarán de un modo a menudo sorprendente y nuevo para cada uno de vosotros, dándoos a ver la Verdad que sostiene la apariencia de este mundo, la apariencia de las ataduras, la apariencia de los errores de esta humanidad privada de su divinidad.

Se acaba por fin. Con vosotros, cantamos ahora unas loas, para que mi Llamada se traduzca en cierto modo por una intensidad más grande de conversión a la verdad del corazón, si puedo decirlo así. Las creencias, como lo veis, unas tras otras se deshacen, dejándoos al desnudo, a veces sin referencias, sin siquiera poder apoyaros en la Luz – aparentemente –, ni en las religiones, ni en la familia, ni en nada de nada. Todo esto sólo es una invitación a ir hacia vosotros con ligereza, con plenitud y con gracia. Para ello, por supuesto, todo lo que atañe a vuestra persona, a la personalidad, finalmente a vuestra historia en el seno de este efímero, debe pasar realmente y concretamente a un segundo plano, no por algún esfuerzo de voluntad sino simplemente por la gracia del Amor.

Poned el Amor delante en cualquier cosa, poned la Luz, dejad que la Luz sea. Es lo que sois, no os necesita, necesita vuestro ser profundo, vuestro ser eterno, el que se reconoce en mí, en Cristo, como en cualquier sabio y en cualquier santo. Volveos como niños, vivid el instante presente. Estad alertas y atentos, no para comprender, no para rechazar, no para solucionar, sino más bien para ser cada vez más vosotros mismos, si puedo decirlo así, acaparados por vuestra eternidad. Vuestro efímero seguirá hasta mi Llamada, con felicidad, con elegancia y con facilidad, en el momento en que os apoyéis sobre vuestro corazón y vuestra eternidad, y sobre nada más.

Amad, amad cada circunstancia de vuestra vida, cada encuentro, con una intensidad, si puedo decirlo así, multiplicada con relación a lo que habéis vivido con las vibraciones, con vuestra supraconciencia, porque ahí, ahora, tocáis el Corazón del Corazón – es decir el Espíritu – al que no le importa las vibraciones, al que no le importa lo que pasa, al que no le importa la mismísima Ascensión, ya que el Espíritu se revela. El mismo se ha revelado a sí mismo y entonces ha ascensionado en sí mismo.

Si adoptáis estos preceptos, cada día de vuestra vida y cada aliento de vuestra vida se llenará cada vez más de Alegría, de Ligereza, de Evidencia. Incluso las problemáticas por resolver en vuestra carne o en vuestra cabeza, ya no tendrá ni la misma importancia, ni tampoco la misma densidad. Os volveréis entonces cada vez más ligeros. No busquéis ninguna solución, no busquéis ninguna explicación, no os apoyéis más en ninguna creencia sino que volveos la roca eterna de vuestro Corazón del Corazón, en el Amor y en la Gracia.

Os es accesible sin ninguna condición de vibración, sin ninguna condición de karma, sin ninguna condición de creencia. Sed espontáneos y sed verdaderos, dejad que hable la Luz, incluso a través de vuestras palabras. No reflexionéis sobre nada, dejad que la espontaneidad y la Gracia os invadan más allá de cualquier saturación y límite. No hay nada más que hacer. Por supuesto que los pueblos de la naturaleza están siempre a vuestra disposición, por supuesto que cada una de vuestras relaciones, cada una de vuestras afecciones está allí para enseñároslo. Hasta vuestros enemigos, en todo caso aquellos que podríais considerar como unos enemigos opuestos a vuestra gracia, sólo están allí para afirmaros en la Gracia y para nada más.

Las circunstancias de este mundo, a nivel individual y colectivo, como tal vez os habéis percatado, están cambiando por completo. La superposición de la Eternidad y del efímero pone fin al efímero, el vuestro como el de cualquier leyenda o de cualquier historia, como de cualquier creencia. Ser uno mismo, es por supuesto ser humilde, es por supuesto ser transparente. Es sobre todo ya no estar más apegado, ni enganchado por ningún elemento de vuestra historia, por ningún sufrimiento de este cuerpo o ninguna dificultad en la relación que sea. Si tenéis la inteligencia – totalmente humana – de poner el Amor delante, entonces la Inteligencia del corazón se desvelará con mucha majestad porque habéis soltado lo que os tenía atado.

Ha llegado el tiempo de la Resurrección, haciéndoos decir sobre vuestra cruz, sea cual sea: « Padre, deposito mi espíritu entre tus manos ». Ahí está la Resurrección, ahí está la Ascensión, ahí está la Asunción y ahí está la Libertad. Aparte de esto, como lo veis en la sociedad, dondequiera que estéis en este mundo, las libertades personales e individuales se reducen. Esto es normal porque representa las fuerzas de resistencia que todavía subsisten cuando algo se muere y que el recién nacido todavía no ha nacido, que el nacimiento se hace con más o menos evidencia para cada uno de vosotros.

Acordaos sólo de esto de lo que dije en este día. El Amor es simple, la Gracia abunda en el momento en que vuestra persona, vuestra apariencia no está al frente de la escena. Hoy, la vida os llama a salir de múltiples maneras y de múltiples formas del juego de la apariencia de vuestra persona, inscrita entre el nacimiento y la muerte, con el fin de vivir vuestra eternidad y decir finalmente, como Cristo: «Estoy vivo, he renacido de nuevo, he resucitado».

Sean cuales sean las manifestaciones de vuestro mundo como de vuestro cuerpo, no lo veáis como una anomalía, una enfermedad o una resistencia, sino simplemente como la iluminación de la Luz que a veces viene para alumbrar violentamente lo que puede quedar en vosotros de creencia, de efímero, o de bloqueos, como decís. Todo esto sólo son unos juegos que no son nada ante vuestra eternidad.

El tiempo de mi Llamada ha llegado, y los cuatro meses y medio que os separan del final de este año van a ser, para el conjunto de la Tierra, extremadamente movidos, y es alrededor de lo que se remueve y lo que se mueve y lo que cambia, lo que se disuelve, que la serenidad del corazón pueda encontrarse con más facilidad. Experimentadlo. ¿Qué riesgo hay?, ¿qué tenéis que perder cuando todo os es dado con abundancia y gracia?.

Olvidad los rencores y los odios, olvidad las heridas, olvidad el futuro porque no hay ningún futuro, sólo está la  Eternidad. Aquellos de vosotros que todavía creen en la emergencia de un nuevo mundo aquí mismo, en esta dimensión, deben ahora ver la evidencia de que este mundo no tiene ninguna supervivencia posible. Cada día os lo demuestra, que sea para vuestro cuerpo, que envejece o que acaba de nacer, que sea para la sociedad, que sea tradicional, primitiva o liberal, como decís. No hay ninguna solución en esto. La verdadera solución está en vosotros, entonces dejad que esta solución Una – la única verdad – aparezca ante vuestra mirada maravillada.

Rezad cada minuto; no necesitáis ninguna palabra, no necesitáis apelar a nada que estuviera al exterior vuestro ya que todo está en vosotros, os lo hemos repetido tantas veces. Os incumbe averiguarlo, os incumbe estableceros en esta Morada de Paz Suprema donde ninguna herida pueda afectar lo que sois en este mundo. Ahí está vuestra eternidad.

…Silencio…

Invito pues, en este día de Asunción, el conjunto de mis hijos y el conjunto de la vida en La tierra a la rendición a la Luz, a la rendición al Amor. Sean cuales sean vuestros miedos, el Amor siempre es más grande que el más grande de los miedos. Averiguadlo en vuestro cuerpo, averiguadlo en cada ocasión – ahí está la verdadera oración.   
   
Vuestro único alimento se volverá muy pronto lo que sois en verdad y en eternidad. Ya es el caso, lo sé, para muchos de mis hijos que ven sus costumbres anteriores desaparecer, que ven sus últimas creencias desmoronarse. No veáis la herida, de hecho ellos no ven la herida, ven simplemente el establecimiento de la gracia del Amor.

…Silencio…

Nuestras manifestaciones, que sean las de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, que sean de los pueblos de la naturaleza, que sean también entre vosotros y un hermano o una hermana, es la misma cosa. El Amor sólo pide tomar todo el sitio; ninguna apariencia se sostiene ante el Amor. Ahí está vuestro salvoconducto y será no sólo cada vez más evidente sino que diría, en cierto modo, cada vez más esencial y vital. Sois el Espíritu, sois el Amor, sois la Luz que tomó un cuerpo como vehículo. Sólo la Eternidad puede satisfacer todas vuestras heridas, todas vuestras historias y todas vuestras dudas. Entonces ahora no vaciléis en adentraros en esta oración perpetua del corazón, ahí está el Amor y en ninguna otra parte.

…Silencio…

Así que he venido a invitaros a comulgar con vosotros mismos y en vosotros mismos, aquí mismo, sean cuales sean las aportaciones de las demás dimensiones, sean cuales sean las revelaciones que hayáis vivido, sean cuales sean los encuentros que hayáis tenido en un plano físico o sutil, sean cuales sean vuestras expansiones de conciencia. Dejad que la alegría sea lo que sois, ahí donde no hay más sed, ahí donde no hay más preguntas, ahí donde no hay más interrogaciones, ahí donde no hay ni tiempo ni espacio, ahí donde está el Amor desnudo que sois.

Ahí está vuestro único alimento y la única cosa esencial durante estos tiempos turbios de la Tierra  -que van a intensificarse, no lo oculto, en una escala mucho más grande que lo que fue vivido hasta ahora-. Todo esto forma parte del establecimiento del reino del Amor, del reino de los mil años, en otro estado, en otra forma y en otra libertad, que no tiene nada que ver con la libertad que habéis podido ver en la estructura social de este mundo. Redescubrid la libertad, no la de actuar como queráis en este mundo, sino la de ser vosotros mismos en cada aliento y en cada minuto, en cada mañana como en cada noche. Ahí está la única manera de volveros, vosotros mismos, este hijo ardiente del sol, este KI-RIS-TI, este Cristo resucitado.

…Silencio…

Permitidme a mí también, como Madre de la humanidad, de estar presente a vuestros lados en el momento en que entráis en vosotros. Hasta diría que no hace falta ya percibir nuestras presencias, percibir el Canal Marial, percibir vuestros chacras o los nuevos cuerpos, o las Estrellas y las Puertas. Una conciencia desnuda está allí, os espera, no depende de ninguna manifestación exterior – ni siquiera de la Luz–, sino que es la mismísima Luz, lo que sois.

Así que cada día y en cada instante todos nosotros estamos en vosotros, presentes a vuestros lados y en vosotros. Ya no estamos simplemente en relación o en comunión, ya no estamos solamente en fusión – como durante los mecanismos de conciencia que tal vez habéis podido vivir –, sino que es la instalación del reino del Amor, que no depende de ninguna circunstancia, ni de ningún estado anterior.

Así viviréis el Estado de Gracia y el abandono a la Gracia sin dificultad, sin necesidad de aislaros, sin necesidad de huir la circunstancia que sea, que ésta ataña a vuestro cuerpo, a vuestras relaciones, a vuestra pareja, a vuestro trabajo. Es en esto que vosotros mismos estáis en vuestra eternidad, que no depende de ninguna circunstancia y de nada más, sólo del Amor que sois.

Permitidme, queridos hijos, estéis donde estéis en la tierra, en el momento en que leáis o escuchéis lo que acabo de decir, de bendeciros ahora, estéis donde estéis. Después de escucharme, después de haberme leído, cerrad vuestros ojos y entrad en vosotros. No os apeguéis a nada de lo que pasa, que sea una emoción, un pensamiento, una vibración, una energía, estad simplemente ahí. Sed el receptáculo de la Luz, sed el vaso sagrado que se llena y que se descubre a sí mismo como Luz.

Os doy mi bendición eterna e infinita.

Os doy lo que sois, en Amor y en Verdad, en Espíritu.

Así, de corazón a corazón, cada uno de vosotros es apto para realizar la misma cosa, cruzándose con un desconocido en la calle, teniendo el problema que sea. Estad en alegría y en verdad. No reaccionéis, no calculéis nada, sed vosotros mismos cada vez más a menudo, cada vez más fácilmente y con una evidencia cada día más grande. Todo está ahí, todo lo demás sólo pasa.

Os amo, os abrazo contra mi corazón a cada uno de vosotros, mi corazón que es vuestro corazón.

La que fue mi carne es hoy vuestra carne. Lo que es mi espíritu es vuestro espíritu, de toda eternidad. Todo está ahí, todo está en vosotros. ¿Lo aceptáis? Averiguadlo por vosotros mismos, no lo creáis. Os amo y os bendigo, estéis donde estéis, el día que sea cuando leáis o escuchéis lo que acabo de decir. No hay nada nuevo, lo veis. Por supuesto que muchos acontecimientos interiores se han producido, que os llevaron hasta el Sí, hasta el Absoluto, hasta el Impersonal. Hoy no hay más etapas, el conjunto de las Obras se han realizado, el conjunto de las Bodas se han realizado. Sólo queda poneros a prueba vosotros mismos y a estableceros en vuestra eternidad.

De corazón a corazón, que la Gracia y Cristo os acompañen en cada minuto y en cada segundo. Os amo.

Adiós.


domingo, 7 de agosto de 2016

Las 7 reglas de Paracelso




















1. Lo primero es mejorar la salud

Decía que para ello hay que respirar profunda y rítmicamente al aire libre, llenando bien el abdomen. Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más completo posible, evitar el alcohol, el tabaco y la automedicación, así como bañarse diariamente.

2. Desterrar absolutamente del estado de ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y de pobreza

O sea, para ello debe huirse, como de la peste, de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas, vulgares, o que la base de sus ocupaciones y conversaciones sean tópicos no éticos ni morales. Esta regla es de importancia decisiva, por cuanto se trata de cambiar la contextura espiritual del alma. La suerte no existe y el destino depende de los propios actos y pensamientos.

3. Hacer todo el bien posible

Esto es, auxiliar a todo desgraciado siempre que se pueda, pero jamás tener debilidades por ninguna persona. Cuidar las propias energías y huir de todo sentimentalismo hueco.

4. Olvidar toda ofensa, más aún: esforzarse por pensar bien siempre

Por ejemplo, todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior. Hay que destruir todas las capas superpuestas de viejos hábitos, pensamientos y errores que enmascaran la profunda esencia del ser, que es perfecta.

5. Recogerse todos los dias, por lo menos media hora, en donde nadie pueda perturbar

Explica que eso fortifica enérgicamente el cerebro y pone en contacto con las buenas energías. En ese estado de recogimiento y silencio, suelen surgir a veces ideas luminosas, que con el tiempo uno se llega a percatar que fueron un elemento fundamental para la solución de problemas. Y es que ellas brotan de esa dimensión profunda y honda del ser humano a la que Sócrates llamaba daimon.

6. Guardar silencio de todos los asuntos personales

O sea, abstenerse, como si se hubiese hecho un juramento solemne, de referir a los demás, todo cuanto se piense, se oiga o se descubra, hasta tanto se verifique, compruebe o se tenga la completa certidumbre.

7. Jamás temer a los seres humanos, ni que inspire sobresalto la palabra “mañana”

Decía Paracelso, que cuando el alma está fuerte y limpia, todo sale bien. Jamás creerse solo, ni débil. El único enemigo a quien se debe temer es a uno mismo. El miedo y la desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas energías y con ellas el desastre. Si se estudia atentamente a las personas triunfadoras, se verá que intuitivamente observan gran parte de las reglas que anteceden. Por otro lado, la riqueza no es sinónimo de dicha. Puede ser uno de los factores que conduzcan a ella, por el poder que ofrece para hacer buenas obras; pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es egoísmo. Jamás debe quejarse uno de nada, hay que dominar los sentidos; huir tanto de la autocompasión como de la vanidad. La autocompasión sustrae fuerzas y la vanidad las paraliza.


jueves, 4 de agosto de 2016

FENOUIL - Gnomo








Julio 2016

Os saludo, humanos de la superficie. Antes de nada, estoy extremadamente feliz de poder expresarme con vosotros. Así que si lo queréis, conozcámonos.

Soy el jefe de un pueblo de gnomos establecido muy cerca de ahí donde estáis. Mi nombre, porque tengo uno, no invita a ningún comentario. Me llaman Fenouil, lo que no tiene nada que ver, lo recalco de entrada, con vuestra planta presente en la tierra. El significado no tiene nada que ver con el nombre de una planta, de hecho podríais decir que soy el dirigente de este pueblo. Lo que vengo a deciros no se refiere directamente a este pueblo que dirijo, sino a los gnomos en su conjunto.

Como tal vez sabéis a través de algunos libros que nos han descrito o han hablado de nosotros, tenemos sensiblemente la misma forma que vosotros, pero no somos tan gigantescos, y diría, somos un poquito más anchos que vosotros. Trabajamos la tierra. Estamos en unos pasillos, en unas cavidades, que acomodamos. A pesar de nuestra forma que se asemeja a la vuestra, no somos de vuestra dimensión y de ninguna manera participamos del encerramiento. Estamos ahí desde hace mucho tiempo, idénticos a lo que somos.

Lo que me ha sido pedido comunicaros, se refiere a unos elementos, no tanto sobre nuestra organización de vida o sobre nuestro modo de vida, que tampoco invita a ningún comentario, pero somos aquí, en esta tierra en todo caso, una especie de guardianes de la Tierra. No tenemos nada que ver de hecho con los pueblos intraterrestres, aunque vivamos a menudo en las entrañas de la Tierra, con a menudo otros pueblos de la naturaleza alrededor nuestro, y si es posible alejados de vuestras ciudades, vuestras urbes o vuestras casas.

¿En qué podemos seros útiles? Porque viviendo en otra dimensión y sin embrago asentados en la dimensión en la cual vivís, nuestro papel es más bien vivir y disfrutar de la tierra. Sabéis, hubo, en numerosos períodos de esta tierra, unos habitantes venidos desde muy lejos, en términos dimensionales o en términos de espacio, que han fecundado o han vivido en la superficie de esta tierra, desde tiempos muy lejanos, cuando, digamos, no había el encierro que vivís.

Somos unos seres sexuados, como vosotros, aunque nuestros caracteres físicos primarios y secundarios no tienen ninguna relación con la utilización que hacéis de ello. En general preferimos quedarnos entre lo que nombráis los “varones” creo, aunque nuestras parejas, por no decir esposas, nunca están muy lejos. Trabajamos la tierra para nuestro placer ante todo. Esculpimos la tierra, un poco como lo hicieron otros pueblos, pero a nuestra escala. Creamos; somos unos creadores, no de mundos sino unos creadores de formas, aquí mismo en la tierra, y esculpimos la Luz y la materializamos en el seno de unas formas.

Al igual que vosotros, somos unos seres de amor; tenemos no obstante algunas especificidades que reflejan, diría yo, nuestra sensibilidad. Primero somos extremadamente francos. No tergiversamos las cosas, vamos directamente a lo esencial, en todas nuestras actividades, en las relaciones entre nosotros, con los demás pueblos de la naturaleza y también ahora con vosotros, ya que los pueblos de la naturaleza se han revelado progresivamente, desde hace ya algún tiempo, pero de manera más tangible para vosotros hace poco tiempo.

¿En qué podemos seros útiles? Acordaos, nuestra función primera, es disfrutar de la tierra a través de la creación en el seno de la tierra. Cristalizamos, si preferís, la materia en unas formas, en… como diríamos, unos Glifos, creo, lo llamáis Glifos, es decir que trazamos unos circuitos que están en el interior de la Tierra, unos circuitos de resonancia con la Luz. Por analogía, creo que podéis asemejarlo por ejemplo a los Gigantes que esculpieron los Círculos de Fuego.

Nuestra acción, para nosotros, no se inscribe en ningún vencimiento sino que se realiza incansablemente, porque tal es nuestro buen placer.

Tenemos, podemos decirlo, una cierta maestría en la forma, por nuestra actividad principal y también por nuestra constitución y nuestra, cómo decís, filiación.

¿En qué podemos seros útiles durante este período? Pues empezando por permitir a la Luz esculpir vuestro cuerpo de eternidad y al mismo tiempo moldear, si puedo decirlo así, y no esculpir, vuestro efímero de acuerdo y en resonancia con la Luz que es ahora para vosotros cada vez más accesible y más visible.

Para encontrarnos, aunque algunos de vosotros ya lo hayan hecho, aquí o en otras partes, nos gusta lo que se come, y nos entusiasmamos particularmente con lo que nombráis, creo, las galletas, sean las galletas que sean, pero preferimos las galletas duras a las blandas. Estamos acostumbrados a lo que es duro, en el sentido en que lo entendéis, es decir muy material y muy denso. Lidiamos con esto y también somos portadores de ello.

Nos gustan estas ofrendas llevadas hasta nuestros lugares, hasta los confines de nuestros lugares, o en unos lugares donde disponemos de posibles enlaces.

Es tal vez mucho más difícil encontrarnos, dar con nosotros, ya que no dejamos nada en la superficie y que todo ocurre en la roca, aunque salgamos de esta roca cuando anochece. Efectivamente, la Luz que condensamos en las formas basta para alumbrarnos y propiamente dicho, no necesitamos los rayos del sol o la luz del día, porque lo que creamos y lo que somos ya es luminoso desde el interior, y en el exterior.

¿En qué puede serviros encontrarnos? Eh bien, como dije, a moldear vuestra forma y a prepararos al cambio de forma, justamente, es decir a ser esculpidos o moldeados en alguna otra forma en el momento en que vuestra vaina, es decir vuestro cuerpo físico, ya no tendrá razón de ser, que sea aquí o en vuestros mundos, aquellos donde iréis para explorar o vivir en el seno de la Libertad.

Más allá de los alimentos, también nos gustan las piedras negras, y tengo que decir que una piedra en especial nos agrada mucho, nos encanta muchísimo porque es una perfección de la Luz condensada y que llamamos el « granate negro », y sobre todo que no haya sido transformado por vuestras manos, o por vuestras herramientas. Así que apreciamos los pasteles duros, las galletas duras y estas piedras. De hecho podéis entrar en resonancia con nosotros con más facilidad llevándonos una de estas piedras, o sencillamente llevándola con vosotros.             

Encontrarnos, es reencontrar la densidad de la Luz y su fuerza, ya no solamente al nivel de vuestra conciencia o de vuestras envolturas sutiles sino directamente en vuestra carne. En cierto modo seríamos tal vez, para vosotros, en este período, unos estabilizadores de la Luz. Con nosotros no es una cuestión de ligereza, es una cuestión de rigor, de una cierta forma de rigor de la materia, y actuamos por sintonía y con diversas herramientas, si puedo decirlo así, invisibles para vosotros, eh. Tranquilos, no hay como podríais imaginarlo, ningún martillo o ninguna herramienta metálica tal y como conocéis. Pero conseguimos moldear la Luz y estructurarla en función de lo que podríais llamar, al nivel de vuestro cuerpo, unas líneas de menor resistencia a la Luz, y creo que fue llamado unas Puertas, unas Estrellas, etc., es decir unos puntos en vuestro cuerpo que son aptos, más que en otras partes hasta ahora, para digerir en cierto modo la Luz que os alimenta y que sois.

Un contacto con nosotros va a reforzar el elemento Tierra y todo lo que está relacionado pues con el Triángulo de la Tierra, a lo que se asienta en vosotros, a la estabilidad. Estamos exactamente al opuesto de las ondinas, que respetamos y amamos como a nosotros mismos, así como a los dragones o a los elfos y a cualquier vida. Pero nuestra función, porque es una, es la que os dije, en relación a vosotros, durante nuestros posibles encuentros, actuamos directamente sobre vuestra materia, por supuesto si tenemos el acuerdo de la Luz, pero de todos modos actuamos en sinergia con la Luz que ya os recorre.

No podemos daros más luz de la que ya sois portadores, ni siquiera las partículas adamantinas que están alrededor vuestra, pero podemos, con nuestras herramientas, esculpir en cierto modo estos lugares donde recibís la Luz y permitir, ahí también, que ésta no encuentre ninguna resistencia y se establezca de manera fluida. Por el hecho de la adhesión de vuestra conciencia a este cuerpo, por supuesto, la acción sobre el cuerpo tendrá una acción sobre la Luz y sobre vuestra conciencia, aunque, lo repito, no actuamos sobre la Luz y no actuamos directamente sobre vuestra conciencia; respetamos con esto vuestro encerramiento. De hecho no podría ser de otra manera.

Si tenéis la necesidad de estar más estables, de una manera u otra, si tenéis la necesidad de ver concretamente algo cambiar en vuestro cuerpo, armonizarlo, no somos médicos, lo recalco, sino que tenemos la posibilidad de actuar directamente, por ejemplo sobre todo lo que es pesado y denso en vosotros, que sean unas cristalizaciones, que sean unos nudos, que sea vuestra estructura ósea; todo lo que permanece en su sitio, incluso con vuestros movimientos, es accesible a nuestra acción, con nuestras herramientas. No puedo daros más explicaciones acerca de estas herramientas pero tranquilos, forman parte de la Luz auténtica y no han sufrido ninguna deformación, ni por el uso, ni por el desgaste, ni siquiera por el encierro.

Resalto que es preferible no pedirnos nada. Hacemos lo que debemos hacer y no lo que queréis que hagamos. En todo caso, siempre y cuando sea posible por lo que observamos en vuestra estructura, a través de vuestra forma y a través de los puntos focales de la Luz que se acumulan en vosotros en determinados lugares. No hay que emitir ninguna intención, ni de una manera u otra imponernos ninguna finalidad. Si venís a nosotros, no podemos ni ir a vuestras casas, ni dentro de vuestros cuerpos. Imaginad lo que sucedería si con nuestra densidad entráramos en vosotros; es matemáticamente, como decís, imposible. Sin embrago podemos, con nuestras herramientas, arreglar algunos desórdenes.

Una vez más, no es una curación sutil o física sino una acción directa sobre las corrientes que están próximas a unas cristalizaciones o a unas estructuras, en particular óseas o fijas de vuestros cuerpos. Lo referente por ejemplo al nivel situado en vuestro vientre, todo lo referente a vuestros ornamentos, es decir las uñas, los cabellos, todas las estructuras que no se mueven, el ojo por ejemplo. No tenemos ninguna acción posible sobre la sangre o lo que atañe a la sangre. Pero podemos, sin que pidáis nada, con la condición de entrar en contacto con nosotros – si lo queremos–, con vuestra estructura, y para ello habrá que desplazar vuestra estructura, o bien viniendo a nuestros pueblos (pero será difícil encontrarlos), o bien creando una estructura de acogida para nosotros, y uno de nosotros irá. Y hablo aquí, no de nuestra aldea sino de todos los lugares y de todas las comunidades de nuestro pueblo.

Basta para ello con crear una columna de Luz y estabilizar si es posible esta columna de Luz con la piedra que apreciamos tanto, colocando cuatro de ellas en forma de cruz o en cuadrado, y estaremos posiblemente presentes en el seno de este lugar en cuanto lo penetréis. Y sed pacientes, no pidáis nada, esperad simplemente, y tal vez vendremos– a ciertas horas, no siempre, tampoco estamos disponibles todo el tiempo. Con lo que, si tenemos una ofrenda y si colocáis vuestro cuerpo dentro de estas piedras que cité, unas piedras negras y en particular esta piedra perfecta creada por la naturaleza, podremos intervenir en vosotros y lo sentiréis de una manera muy, muy física, si puedo decirlo así. Es la única ayuda que podemos aportaros, y corresponde totalmente a nuestras atribuciones.

Encontrarnos en otras circunstancias no os aportaría, podemos decirlo, ni alegría, ni ninguna transformación de vuestra conciencia, pero si nos encontráis en nuestros lugares, podríais encontrarnos efectivamente fuera de las piedras, si nos encontráis, os beneficiaréis de esta especie de solidez que podemos aportaros al nivel de vuestra estructura más densa. He citado los ejemplos de vuestras partes sobre las cuales tenemos una acción relativamente fácil, una vez más, en adecuación total con la Luz y no con vuestros deseos o nuestros deseos.

En este sentido podremos eventualmente trazar, de manera invisible pero perceptible, algunos Glifos sobre vosotros, lo que podríais también nombrar unos símbolos si queréis, no es una escritura sino unos Glifos que pertenecen desde tiempos inmemoriales a los gnomos, un poco, si queréis, como las llamadas runas nórdicas. Evidentemente, no son unas runas, son unos Glifos ligados a nuestra Presencia y a nuestra función.

No tenía nada más que deciros pero sin embargo me ha sido pedido estar disponible para vuestras eventuales preguntas en relación, no a nuestra vida, no a nuestro lugar de vida, sino únicamente sobre lo que puede hacer interacción con nosotros, a los confines de nuestros pueblos o sobre las estructuras que habéis recreado donde podremos venir sin dificultad.

En relación a esto, y exclusivamente en relación a esto, estoy dispuesto a escuchar las preguntas que os parecen necesarias, por si de alguna manera hubiese olvidado algo de este proceso, o si algo no está claro para vosotros.

Pregunta: ¿cuáles son las mejores horas para encontrarles?

Evitad cuanto más se pueda los horarios de pleno sol, excepto si nuestros pueblos, si los conocéis, están situados en unos lugares – de hecho están siempre situados en unos lugares donde el sol penetra muy difícilmente, nos permite de alguna manera tener una movilidad exterior un poco más amplia –, pero el horario privilegiado para vosotros, o bien es a plena luz del día si habéis constituido una estructura con las cuatro piedras negras que nos permitirá no ser afectados, de diferentes maneras de hecho, o si conocéis uno de nuestros pueblos, si dais con uno de ellos, de todos modos lo sentiréis porque será en general un lugar húmedo, a menudo bastante oscuro, donde la luz sólo se filtra y donde la orientación, en todo caso de nuestros túneles y cavidades, no está destinada a dejar penetrar la luz directa del sol.

Hay unos horarios efectivamente, e incluso en estos lugares que podéis recrear, los horarios privilegiados son más bien por la mañana, incluso después del amanecer pero antes de que el sol sea demasiado visible por encima del horizonte, y por la tarde, diría, según vuestras estaciones, una y hasta dos horas antes de la puesta del sol, y de hecho sea cual sea la estación.

Se refiere, como dije, a nuestros pueblos. Podéis también crear una estructura de acogida pero, por favor, no lo hagáis en vuestros domicilios, son horribles. Es imperativo que esta estructura esté en contacto con la naturaleza y más bien aislada, no nos gusta estar molestados.

Así que acordaos de los horarios, mejor por la mañana, mejor por la tarde, y siempre en la naturaleza, no necesariamente a la sombra ya que la estructura de las cuatro piedras que os comuniqué, crea un pasillo donde podemos fácilmente permanecer el tiempo necesario para una acción dada, si juzgamos oportuno que ésta sea posible. En función de la Luz observada en vosotros y de nada más.

Evitad lo más que podáis estar perfumados, preferimos de lejos el olor de la tierra. Y si es posible, que sea en nuestros pueblos o que sea sobre las estructuras que habéis creado, y por favor quitaros vuestros zapatos. Llevar la piel de un animal en vuestros pies nos parece, para nosotros por supuesto, digamos que muy anacrónico.

¿Tenéis más preguntas?

Pregunta: para la estructura de acogida, ¿las piedras tienen que ser colocadas de manera permanente? ¿En un cuadrado de qué superficie?

Oh, ¿habláis de la distancia entre las piedras?

Pregunta: sí.

Oh, preved unos dos metros cuadrados, tres metros cuadrados si sois corpulentos, pero un metro o dos metros deberían bastar, excepcionalmente más de tres metros pero ahí, la estructura no sería tan sólida. Hasta ahora, creo que esto os fue comunicado ya que vinimos hasta vosotros, había una necesidad de crear una forma particular de luz que era una columna de Luz supramental. Ya no es necesario en la medida en que ahora las partículas adamantinas están por todas partes. Cread esta estructura en el suelo, esperad unos minutos y entrad en ella simplemente. No olvidéis la galleta.

Pregunta: ¿esta estructura debe ser retirada después de cada intervención, o puede quedarse de manera permanente?

Puede estar allí de manera permanente pero no cambiará nada, ya que sentiremos únicamente cuando alguien esté dentro. Y sabremos, en cuanto alguien penetre dentro, desde allí donde estamos, en todo caso desde el pueblo más próximo al lugar donde lo habéis creado, sabremos instantáneamente que un humano ha creado una estructura de piedras. Y vendremos, y tal vez entraremos en su interior. De hecho, viajamos directamente desde el punto de nuestro pueblo hasta vuestro punto creado. Tranquilos, no necesitamos cavar ningún túnel para llegar hasta vosotros.

Pues, esta estructura que vais a crear en el suelo puede ser retirada en cuanto habéis acabado o la podéis dejar en su sitio. Pero una vez más, no será activa mientras nadie esté dentro, alumbrando la columna de Luz, por su propia Presencia; que sintáis vuestras estructuras de luz o no, de hecho, nos importa poco, ya que la Luz, de todos modos, hoy se deposita por todas partes. Aunque la Luz no penetre, si las estructuras de apertura que llamáis Puertas no están activas, sin embargo, en cuanto ponéis la estructura en el suelo y estéis en el interior de esta estructura, de pie o sentado es lo mismo, estará presente.

¿Hay más preguntas?

Pregunta: cuando intervengan, ¿ustedes serán visibles a nuestros ojos?

A las afueras de nuestros pueblos no pienso que podáis vernos. Todavía no tenéis bastante, cómo lo llamáis, visión sutil o visión etérica lo suficientemente constituida de momento para vernos, a pesar de nuestra densidad y nuestro volumen. Pero nos percibiréis, os lo puedo asegurar; las herramientas, cuando trabajan, trabajan.

Pregunta: ¿hay que respetar una distancia entre la estructura de acogida creada con los granates y uno de sus pueblos, o no es importante con la condición de que sea en la naturaleza?

Ah, está claro que si vivís en la ciudad, tendréis dificultad, o en algún césped o en vuestro jardín. Si os es posible no os encontréis demasiado lejos de un entorno mineral, donde a la vez haya agua y unos árboles no muy lejos. Es el entorno más propicio y susceptible de ser… Si queréis, cuando creáis estas estructuras, oímos un timbre, pero si efectivamente… no puedo daros ninguna distancia porque es muy variable según la conducción de la onda que es creada por esta estructura de piedras, pero puede ir hasta lo que llamaríais varios kilómetros.

Pero una vez más, si es posible, que sea en la naturaleza, si es posible que no sea justo delante de una casa humana, porque allí es insuperable para nosotros. Tratad de hacerlo cerca de un árbol, cerca del agua por ejemplo, puede ayudar.

Pero una vez más, no contestaremos en absoluto a todas las peticiones. Contestaremos únicamente, de hecho os dije de no pedir nada sino de esperar dentro de estas estructuras y ver lo que ocurre. Y según el timbrazo que recibamos, os enviaremos un emisario, con las debidas herramientas.

Pregunta: los cocineros os han preparado unas cookies, iremos a depositarlas al lugar de acogida que ha sido creado.

Y que conocemos muy bien. De hecho, necesita un poco de mantenimiento.

Pregunta: ¿cómo dice?

Al lugar, le hace falta un poco de mantenimiento.

Pregunta: ¿de qué manera?

Eh bien, primero limpiarlo, y después de volver a hacer la columna de Luz, o de dejarla permanentemente, si es posible, dejar las famosas piedras de las que hablé ligeramente enterradas.

Pregunta: tomamos nota.

Gracias.

Pregunta: como no podemos hacer ninguna petición, ¿hay alguna manera de saber si ustedes intervinieron sobre nosotros o no?

Cuando vas a ver un cirujano humano, hay una cicatriz. Eh bien, habrá también una cicatriz; es lo que nombré los Glifos trazados sobre vuestra piel. Pero la acción es física, así que no podéis sentirla. Aunque no lo sintáis mientras nuestras herramientas trabajan, de todos modos veréis lo que ha sucedido al nivel de vuestra estructura.

Pregunta: para crear las estructuras de acogida, ¿es posible sustituir el granate por la turmalina negra o por el cuarzo negro morillo?

De hecho, observo, que en ese lugar no habéis puesto ningún granate negro. Habéis puesto una piedra negra y una columna de Luz. Pero lo ideal es de todos modos esta estructura geométrica perfecta. Pero puede funcionar, con un poquito más de dificultad operatoria para nosotros, con una piedra negra cualquiera.

Pregunta: ¿el ónix también?

Todas las piedras negras.

Pregunta: ¿el tamaño de la piedra tiene su importancia?

Incluso diría que, cuanto más pequeña sea, más actuará la resonancia creada.

Pregunta: ¿tienen, en sus pueblos y en sus casas, este granate negro?

Sí. Hay de hecho, no muy lejos, muchos cristales que están presentes. No quiere decir que estemos siempre al lado de estas piedras negras sino que estamos muy contentos cuando tenemos estas piedras, porque nos alumbran a la perfección.

Pregunta: ¿así que ustedes se instalan allí dónde hay unos granates negros?

Hay en todas partes, y estamos en todas partes. Todo lo que sea mineral de color oscuro, a veces moreno, a veces rojo, a veces negro. Pero os recuerdo que incluso vuestros minerales más brillantes nacen en el seno de una vaina, que a menudo es, no siempre pero muy a menudo, de color muy oscura. Efectivamente elegimos de una manera privilegiada este tipo de entorno, pero no siempre. Cuando es imposible, lo hacemos de otra manera.

Pregunta: en la naturaleza, cerca del agua y en el bosque, ¿estamos forzosamente a menos de 3 km de uno de sus pueblos?

Querría decir que habría muchísimos pueblos, no somos tantos. No nos hemos multiplicado como vosotros. Pero haría falta verdaderamente que la estructura creada estuviese alejada  unos 10 km a 15 km para que no escucháramos ningún timbre. Quedaos efectivamente con el bosque, con la sombra, con el agua, con la roca, cuanto más si las rocas son grises o negras en lugar de color beige.

En general, nos mantenemos a una distancia mínima de vuestras construcciones, para las ciudades en todo caso o lo que nombráis las aglomeraciones, creo, o incluso los pueblos. En cuanto sobrepasáis un determinado número de humanos, con vuestras construcciones, nos alejamos. Pero por regla general, puedo decir que con relación a una ciudad o un conjunto de casas, la distancia mínima es de por lo menos 10 km.

Por supuesto, podemos instalarnos sin problema a 1 km de una aldea o incluso a unos centenares de metros de una casa, si está aislada.

No veo que más añadir como elementos con respecto a nuestros emplazamientos. Que de hecho no son tan, cómo decir, sensibles, a causa de la presencia de los vórtices como en los pueblos de los elfos.

Pregunta: ¿podemos crear una estructura para varias personas?

Para crear la estructura, sí, pero en cuanto a nuestra cirugía, más vale estar de uno en uno dentro. Por si acaso.  

Pregunta: si somos varios, ¿cómo saber cuándo usted habrá acabado su intervención sobre la primera persona, para que la segunda persona pueda entrar?

Es muy simple. Nuestras intervenciones, en cuanto hemos visto, desde ahí donde estamos, la interacción de la Luz con vuestra estructura física, si podemos y debemos intervenir, en función de, cómo lo llamáis, la Inteligencia de la Luz, podremos sin dificultad alguna practicar lo que hay que practicar. Necesitaremos tal vez volver a veros, al igual que los cirujanos humanos, pero en todo caso la operación no durará unas horas de vuestro tiempo. Quedaos tranquilamente en el interior de esta estructura. Diría que el tiempo máximo entre el timbrazo, la eventual operación, y el fin de la operación propiamente dicho, llevaría unos treinta minutos, nunca más tiempo.

Dejadnos de todos modos unos minutos antes de sentir algo.

Por supuesto, en las estructuras de piedras, y sobre todo si son las piedras que nombré, sentiréis también por supuesto la energía de los cristales, que no hay que confundir con nuestra llegada o nuestra respuesta. Pero creo que las sensaciones de vuestro cuerpo serán muy claras en ese momento.

Pregunta: ¿tienen algunas preferencias al nivel de los pasteles secos que podemos ofrecerles?

No, siempre y cuando sean duros.

Pregunta: vivo cerca de un río, hay agua, unos árboles y unas rocas, pero durante el verano no hay agua. ¿Plantea algún problema para ustedes?

No dije en absoluto que se necesitasen los tres elementos que cité. Puede ser uno u otro. Digamos que es más fácil para nosotros.

Pregunta: aparte de las viviendas humanas, ¿qué otros elementos alejarían sus pueblos?

Todo lo que es eléctrico.

¿Cómo decir? Somos unos seres mucho más magnéticos que vosotros, y la electricidad no hace buenas migas, diría yo, con nuestra estructura. No me refiero a un simple cable eléctrico, me refiero a unos generadores, a… cómo lo llamáis, lo que produce la electricidad, o a unas grande bobinas, unos grandes cables que transmiten la corriente. Porque en ese momento se generan unos campos eléctricos y electromagnéticos que no son para nada propicios a nuestra llegada.

Pregunta: ¿algunos elementos sutiles pueden tener sus pueblos alejados?

¿De qué quieres hablar? Vivimos en armonía con los demás pueblos de la naturaleza. No puede ser de otra manera.

Pregunta: ¿algunos elementos “oscuros”?

No podrían acercarse. Huyen de nosotros como de la peste, diría yo.

Pregunta: ¿para la intervención, es mejor estar sentado, de pie o tumbado?

No, no, sentado o de pie.

Pregunta: ¿no puede ser tumbado?

Ah, no dije esto, pero en este caso habría que modificar la estructura que está puesta.

Pregunta: ¿cómo saber si debemos volver una segunda vez?

Pues, si no ha acabado…

Pregunta: ¿cómo sabemos que no ha  acabado?

¿Puedes repetir?

Pregunta: dijo que a veces había que realizar una segunda intervención…

Si la primera no fue suficiente, pues si existe un dolor, una deformación, algo que no ha sido ajustado y que hemos intervenido realmente.

Podéis venir simplemente a llevarnos una galleta. No nos molestará.

Pregunta: cuando les pusimos las galletas, al día siguiente no quedaba nada. ¿Las han tomado o fueron comidas por unos animales?

Os aclaro que comemos las fuerzas vitales de la galleta y no la galleta en sí, por supuesto. Pero como una galleta dura evoca la forma, y que estamos enamorados de las formas, lo preferimos así. Después, las dejamos a los animales.

Pregunta: una galleta dura en forma de cubo.

¿Existe?

Pregunta: se puede hacer.

Nunca las he visto, ni las he comido.

Pregunta: se pueden hacer.

En general, vuestras galletas duras siempre están muy planas.

Pregunta: podríamos hacer un esfuerzo y llevarles unas cúbicas.

Habrá que compartirlas, es una pena.

Pregunta: ¿la presencia de una granja cerca de la estructura podría ser una molestia?

Si es una granja cuya ocupación son los animales, lo evitamos. Nos horroriza ver estos animales encerrados. Sin embargo, si es una granja cuya ocupación son los vegetales, no hay ningún problema. Incluso una gallina enjaulada es intolerable para nosotros. 

Pregunta: ¿son numerosos en sus pueblos, cuántos pasteles hay que llevarles?

Cuando hablaba de compartir, en general no es por el número de galletas, es sobre todo por su originalidad, y por su dureza; no os preocupéis por el reparto. No tenemos las mismas nociones de reparto, y compartir la fuerza vital de una galleta se hace sin problema alguno.

Pregunta: ya que tienen parejas, ¿tienen familias?

No en el sentido en el cual lo entendéis, pero tenemos una pareja privilegiada, si puedo decirlo así. Pero las parejas no tienen nada que ver con lo que llamáis marido y mujer. Digamos que son simplemente unos ajustes de polaridad que no tienen nada que ver con alguna función de gestación, de reproducción o de sexualidad, en el sentido en el cual lo entendéis y lo vivís.

Veo que hay unas preguntas, que ya no están verdaderamente en relación con lo que pedí.

Acerca del proceso operatorio, ¿tenéis más preguntas?

Pregunta: ¿pueden también intervenir en niños?

Os contestaría que nos es difícil hasta una cierta edad, por el hecho que la forma de un niño está « en crecimiento » y entonces móvil. Es preferible esperar haber salido de la infancia e incluso de ser, no maduro sino de estar acabado, si puedo decirlo así.

Pregunta: ¿pasados los 21 años, más o menos?

Más o menos.

Pregunta: ¿puede volver a decirnos sobre qué partes de nuestras estructuras interviene?

Todas las estructuras fijas y duras: los huesos, todo lo que está en el vientre, los ojos, los órganos de los sentidos, algunos tendones, todo lo que es óseo o cartilaginoso. Y también, como dije, siempre en esas zonas, todo lo que os parezca enquistado o cristalizado sobre esas partes.

Pregunta: ¿un cálculo por ejemplo?

Depende de donde esté situado.

Pregunta: en el riñón.

Sí.

Pregunta: ¿la vesícula biliar?

No.

El riñón no cambia de sitio, la vesícula se contrae, entonces es móvil, aunque quede en su sitio.

Pregunta: ¿los discos lumbares?

Forma parte de las estructuras cartilaginosas.

Otro ejemplo situado en el vientre: podemos actuar sobre los ovarios, pero no sobre los testículos.

Pregunta: ¿los dientes?

Sí, pero cuidado, no somos dentistas.

Pregunta: si debemos pasar por varias intervenciones, ¿cómo saber si debemos volver para otra intervención?

Te costará muy caro en galletas.

Es evidente que las intervenciones tratan una cosa tras otra. No podemos tratar, si es tratable, el conjunto de lo que tiene que ser tratado en una sola vez. Diría que se hace nudo tras nudo o anomalía tras anomalía.

Pregunta: ¿hay que dejar un espacio de tiempo mínimo entre dos intervenciones?

No hay ninguna regla. Os incumbe verlo, sentirlo, vivir lo que se haya hecho, cuando se haya hecho.

Pregunta: ¿sus intervenciones son dolorosas?

No son dolorosas, son perceptibles.

Acordaos de lo que dije: actuamos sobre la materia, pero de acuerdo con la Luz, en la zona afectada del cuerpo.

Pregunta: en los cuentos, les vemos densificar la luz en forma de cristales o de gemas. ¿Es una realidad?

Fue una realidad hace muchísimo tiempo, y no todos los cristales por supuesto. No por alguna acción de operación, sino por lo que llevamos en los que somos.

Pregunta: ¿tienen también un papel para anclar la Luz?

Es lo que dije al principio, es decir… ¿Estás escuchando?

Pregunta: me está fallando la memoria.

No puedo hacer nada por tu cerebro.

Pregunta: no es lo bastante duro, ¿es por esto?

No, es porque hay electricidad. Y es lo mismo para el corazón.

Pregunta: ¿podría ser una molestia para sus intervenciones si alguien tiene una pila puesta cerca del corazón?

Si es en esta zona, sí, es muy molesto. Si es al otro extremo de vuestro cuerpo, no hay ningún problema.

Pregunta: si hay algún metal, unos tornillos, ¿puede entorpecer?

El metal no nos molesta.

Pregunta: si tenemos algunos implantes en los ojos ¿puede entorpecer?

Tampoco.

Pregunta: ¿incluso para una operación en los ojos?

Tampoco.

Pregunta: ¿Cuál es el  tipo de intervención que ustedes pueden realizar en los ojos?

Una vez más, depende de la conformación de la Luz en estas zonas, cada uno es diferente. Aunque la estructura sea idéntica, la conformación de la Luz es profundamente diferente en cada uno. Os di los órganos y los elementos sobre los cuales podemos actuar. No olvidéis tampoco que podéis venir, no para que os operemos sino para conocernos también y encontrar una forma de asentaros, una solidez en vosotros, y ahí, sobre algunos aspectos que no son ni materiales, ni orgánicos. No actuamos sobre vuestra conciencia, tal y como dije, sino que podemos conformar la Luz para que esto se produzca, si estamos autorizados a ello.

Pregunta: el hecho de que vengan a vernos en estos tiempos de la Tierra ¿es debido al ajuste del cuerpo de Êtreté con nuestras estructuras?

Es exactamente eso. Y esperamos que este ajuste se acabe pronto.

Pregunta: se nos dijo que se grabarían cosas en el tetraquishexaedro. ¿Forma también parte de su función?

No, son vuestras propias codificaciones de Luz las que se manifiestan a ese nivel. No somos responsables de ello.

Pregunta: a la vista de nuestras preguntas, usted puede avisar a  su pueblo de que van a ser muy solicitados.

Pues ahí, no hay ningún riesgo.

Pregunta: ¿por qué?

Pero porque hace falta algún tiempo antes de que las operaciones se hagan, os dije que unos treinta minutos, y dudo mucho de que seáis tantos. No vamos a transformarnos en cirujanos de los cuerpos humanos.

Pregunta: ¿pueden intervenir también sobre los pulmones?

No, son demasiado blandos. No tienen ninguna consistencia. Eventualmente sobre los primeros conductos, los más gruesos, los que conducen el aire, pero eso es todo.

No tenemos más preguntas y le damos las gracias.

Dimos la vuelta pues a lo que había que decir para permitir que os beneficiarais tal vez de esto. En cuanto a mí, os mando mis saludaciones y mis respetos, así como todo mi amor, el de todo mi pueblo y el de todos mis administrados, como decís.

Me han llamado Fenouil, simplemente porque soy el más sensible a los « ouilles » de mis hermanos. Decimos « ouille » cuando nos hacemos daño. Y podéis imaginar que trabajando la materia, somos robustos pero a menudo recibimos, cómo decís, unos golpes. No entre nosotros sino sobre nuestros cuerpos.

Así que digo a algunos de vosotros, en fin, yo y otros, os decimos, tal vez hasta pronto.

Ha sido un placer haber podido expresarme con vosotros y os digo… ¿Qué deciros? ¿Cómo se llama? Os digo, feliz renacimiento.

Fenouil se inclina y os saluda.

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